Hoy más que nunca te necesito
Mírame, a mis ojos mojados
llorosos y cansados,
traspásame tu brillo
y tu gran fuerza.
Susúrrame, bajito y al oído
palabras que dan tono vital,
de cariño infinito,
de ángel celestial.
Abrázame, sentiré tu presión,
me traspasarás vida
y fuerza muscular
contra el desmayo.
Mírame, como a niño pequeño
todas tus caricias
tus regalos, serán sobrevivir
mi pesimismo.
Abrígame, del frío que se oculta