
gozar del cariño de niños;
ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos;
apreciar la belleza; buscar lo mejor en los demás;
dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraste -
con un hijo sano, un jardín bonito o una persona más feliz; saber que al menos alguien ha vivido mejor gracias a ti.
No se ponga triste ante una despedida.
Una despedida es necesaria para volver a reencontrarse.
Y un reencuentro, después de un momento o después de toda una vida, es algo inevitable si somos amigos de verdad.